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Tu momento mindfulness en la ducha

¿Te sientes estresada o desanimada estos días? Es normal, son los efectos de tantos días de aislamiento. Puede ayudarte transformar actividades que haces automáticamente con poca conciencia, como cuando te duchas, te lavas los dientes o las manos, en actividades realizadas mindfulness o atención plena. De este modo estarás más en la sensaciones físicas que en los pensamientos, lo cual te puede ayudar a cultivar más calma y serenidad.

Las implicaciones de llevar conciencia a cada cosa que hagas pueden ser inmensas.

 

La ducha es un lugar perfecto para practicar mindfulness. Además, no tienes que buscar tiempo para introducir la práctica porque es una actividad que realizas diariamente. Tan solo tienes que convertir la ducha en un momento especial del día, íntimo y placentero, un momento para ejercitar la atención consciente: tu momento.

 

¿Cómo? Nada más entrar en la ducha, puedes comenzar centrándote en las sensaciones. Cuando tocas el agua, sentir su temperatura, su textura…o la sensación al tocar la esponja, el jabón…

Dejar que el chorro del agua caiga sobre tu cabeza unos minutos. Cerrar los ojos y sentir cómo se desliza el agua por toda la piel. Desde la cabeza, pasando por la cara, los brazos, las piernas, hasta llegar a los pies… Explorar, como si fuera la primera vez, las sensaciones táctiles al frotar cada parte de tu cuerpo. Abrirte, también, a los sonidos de las gotas de agua, o estimular tu olfato (oliendo primero el jabón que vas a aplicar).

Detener la cháchara mental no es sencillo. Es una actividad muy habitual y te distraerás continuamente. Cada vez que te des cuenta, lleva tu atención, con amabilidad, nuevamente a las sensaciones de la ducha. Cada vez que te des cuenta, estarás entrenando tu músculo de la atención, trayéndolo una y otra vez a los sentidos.

Asimismo, puedes secarte con conciencia, conectando con las sensaciones del tacto de la toalla sobre cada parte del cuerpo.

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Prosigue aplicándote un aceite en crema como como la de Body Natur, cuya textura transformante se convertirá en aceite al masajear tu cuerpo. ¡Disfruta del momento!

Lleva tu atención a las sensaciones olfativas. Siente los delicados aromas que la crema va dejando en tu piel. Masajea suavemente hasta su completa absorción. Una sensación de bienestar te envolverá, al mismo tiempo que estarás cuidado de tu piel dejándola suave e hidratada durante 48 horas.

Y, finalmente, vístete despacio. Al fin y al cabo, lavarse o ducharse es también una gran metáfora de limpieza metal.

 

Llevar la atención plena a la ducha puede ser una buena oportunidad para integrar mindfulness en tu día a día cultivando momentos de calma y serenidad.

 

Esther Fernández

Instructura de Mindfulness por Breathworks y MBSR

Instructora de yoga

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